¿Equidad de género en Hidalgo?, ojalá…

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer es ocasión perfecta para exhibir la falta de conocimiento y concientización en el tema de equidad de género por parte de funcionarios públicos y representantes; por tanto, es titánica la tarea que aún falta por hacer.

Sucede que la discriminación al trabajo de la mujer es una práctica cotidiana en el sistema político de Hidalgo; entre mujeres es común escuchar como justificación al intercambio de favores sexuales por crecimiento la frase: “si fuera hombre nadie diría nada”, lo que refleja la falta de autoestima y de valores.

Decir que los favores sexuales son tan válidos como si los ejecutara un hombre es aventurarse a decir que la corrupción que lesiona a las zonas con mayor vulnerabilidad es permisible si la realiza una mujer por ser víctima de machismo, en otras palabras, es una postura ridícula y dañina.

En Hidalgo hemos visto a buen número de mujeres que por ser “la preferida” del gobernador en turno o tener a sus hijos llegan a destacar en las lides políticas con serios aires de grandeza, lo que genera un retroceso en la lucha del respeto a los derechos que corresponden a las mujeres por su condición humana y no porque alguien se los reconozca.

De lado de los varones la ignorancia es aún más brutal, pues no pierden ocasión para presumir a “sus mujeres” o favorecerlas con puestos en la administración pública para los que no están capacitadas.

Mientras la expresión más reiterada de machismo son las frases y referencias que personajes como Onésimo Serrano hacen públicas en cuanto micrófono tienen a su alcance: “las mujeres son lo más bello que tenemos”. Habrá que aclararle al delegado federal que las mujeres no son objeto o patrimonio de alguien, y que decir que son la cosa más bella es tan peyorativo que se asume inmediatamente que no poseen la condición masculina de fuerza, por tanto, se mantienen en una condición inferior.

Es importante sacar su nombre a colación, porque Serrano fue protagonista de un escandaloso video que evidenciaba el intercambio de favores por puestos públicos y que su pésima defensa fue la violencia de género.

Es importante no olvidar estos nombres y señalarlos constantemente porque es gracias a las prácticas machistas y discursos cargados de micromachismos que una entidad completa sigue ahogada en una dinámica que abona a la falta de desarrollo y a mantener un estado en pobreza, mientras políticos y funcionarios hacen creer a cientos de mujeres que no poseen capacidad alguna y que su presencia únicamente puede deberse a favores sexuales.

Hoy más que nunca debemos celebrar la presencia de una sola candidata al Senado por vía de mayoría relativa: Nuvia Mayorga Delgado, porque en el tema de las diputaciones federales y locales la paridad de género fue impuesta por autoridades electorales.

Para lograr la equidad de género en Hidalgo falta recorrer un gran camino, pero sólo se podrá avanzar señalando abiertamente y manifestando el rechazo a estas conductas que fomentan la violencia de género.