La parodia como acto histriónico de la realidad nos permite reír, pero siempre con el dejo de la ironía que proviene de la realidad, y si se trata de la realidad política, con mayor razón.
La mentira política parece ser el menor de los males para la ciudadanía ante la corrupción, la impunidad y el peculado, que han hecho de las arcas de la nación un botín muy pirateado.
La nueva estructura digital social que se ha desplegado en las redes sociales mantiene incómodas a las distintas fuerzas políticas, que las intentan controlar creando rumores, halagos personales e incertidumbre.
Es evidente que la próxima elección presidencial será la más digital que hayamos visto y, esta vez, la penetración de las redes sociales será definitiva para captar el voto urbano, que al fin y al cabo es el que decide la elección.
La era digital en la política genera una nueva farándula de políticos actores o histriónicos, los cuales, en la mayor parte de los casos, crean un teatro en casa u oficina, en donde se les verá poco menos que en la pasión de Cristo para convencer que ellos, no su partido, son la fórmula perfecta para contrarrestar el pasado, corregir el presente y mirar hacia el futuro.
Desde ahora, los cálculos de coaligarse emergen por doquier, pero la absurda y estrecha noción del poder apunta a que la fuerza mayor es la que le pone el pie encima a sus coaligadas, por lo que los gobiernos de coalición en México son más una quimera que una realidad.
En el fondo, la clase política es prácticamente uniforme en su forma de conducción social; favorece y responde a los intereses y compromisos pactados y eso guía su camino. No hemos conocido una fuerza política capaz de hacer lo contrario, y eso se debe a que las cosas no se reducen ni a la voluntad ni al discurso político.
La nueva farándula es digital, se filtra desde Facebook o cualquier otro medio, y hará de las redes sociales la mayor plataforma para acceder al poder, eso no les quepa duda. Ahora sólo falta ver quién tiene el mejor diseñador y penetrador de mente, allí está la batalla.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
