Redacción/EFFETÁ
Es un día despejado en la ciudad de Pachuca, con nubes pequeñas e inofensivas que surcan el cielo. Es un excelente día para mirar hacia arriba buscando el eclipse del que tanto se habló en internet y en las noticias. Pero en Hidalgo sólo se espera una cobertura parcial del sol de 29 por ciento.
En las calles cercanas a la plaza del Reloj Monumental la gente camina sin prisa, haciendo su vida con normalidad. En la plaza Juárez hay muy poca gente, y nadie mira hacia arriba todavía, sólo se ven algunos empleados de limpia lavando las líneas que se pintaron hace un par de semanas para algún acto político.
Faltan unos minutos para las 12:00, hora calculada para el inicio del eclipse en la capital de Hidalgo.
En el Reloj, en cambio, más gente está atenta al cielo, esperando un espectáculo impresionante. Está el señor que recuerda las recomendaciones de no mirar de frente al sol, pero en cambio dice que se puede mirar reflejado en el agua, aunque en aquella entrevista de la tele un especialista haya dicho que no, que así tampoco, ni a través del lente de una cámara, entre otros consejos.
Más allá, una mujer recuerda el eclipse de julio de 1991, ese sí total en México, espectacular. Y se acuerda que era una niña y que sintió miedo de levantar la cara hacia el cielo, porque le habían dicho que si miraba al sol de frente se podía quedar ciega para siempre, entonces sólo vio el suelo todo el tiempo que duró aquella penumbra. Hoy, en cambio, el fenómeno no es notorio. Es un día soleado como cualquier otro.
Ahora, el Reloj anuncia que es la una de la tarde con una sola campanada. El mayor punto de cobertura solar se calculó para las 13:20 horas. Tres jóvenes vinieron a la plaza Independencia con sus cristales opacos para poder mirar el eclipse. Esporádicamente levantan su cristal y hacen gestos y bromas. Otros más que sólo usan gafas oscuras se aventuran a echarle una mirada al sol, de rápido porque no vaya a ser cierto eso de que se dañan los ojos.
En otra de las jardineras, un anciano habla de lo importante que es respetar los fenómenos de la naturaleza para cuidar los sentidos, sobre todo uno tan importante como la vista.
Llega el momento tan esperado, el eclipse por fin está sucediendo, pero en Pachuca el sol está cubierto en un 29 por ciento solamente, según estimaciones. El cambio no es perceptible a simple vista. Con ayuda de los visores sí se aprecia esa pequeña mordida en el círculo solar.
Son casi las dos de la tarde. El cielo sigue muy azul y pocas nubes pasan tranquilamente sin estorbar. Solamente algunos lograron apreciar el tan mencionado eclipse de 2017, pero esta vez a nuestro país no le tocó recibirlo más que parcialmente. Ahora, a esperar el año 2024 para poder ver de nuevo un eclipse total de sol en México.
Un sujeto de unos 35 años de edad se aleja del Reloj en compañía de su novia, pero se alcanza a escuchar su broma: “En mis tiempos los eclipses eran mucho mejores”.
