Todos mueven sus piezas

Es un fin de año (le quedan al 2020 once días para ser historia) muy movido en todos los sentidos y en que la pandemia ha sido sin duda el gran tema, no de este año que es cuando apareció sino en toda la historia del estado, de México y del mundo, por lo devastadora que ha resultado, sin que por ello el tema de la política, como camino del poder, sea ajeno a la vida de Hidalgo.

Y vaya que si ha sido movido en el tema político, sobre todo en sus últimos meses y días.

Todos los interesados mueven sus piezas, sean partidos políticos; organizaciones campesinas como Antorchistas y la UNTA; grupos de poder como el de Sosa Castelán; familias que han hecho de su activismo épocas de poder y de negocio como los Charrez; exfiguras del escenario político que impulsan ya a hijos, yernos o familiares; o sindicatos como el SNTE, que aprovecha la hora de color electoral para hacerse presente con una causa que parece justa, pero que pese a tener una puerta de salida, la ignoran e insisten en su actitud de agredir a los ciudadanos, para pasar lista de presentes como grupo fuerte y con suficientes canicas para entrar en este juego del poder, más como aliados con el que les parezca, que como fuerza sola.

Es la hora de mover piezas en este ajedrez y se mueven como las manos que mecen las cunas de los hechos.

La pandemia, por encima de todo, debe ser el acontecimiento que nos cimbró como sociedad y que en materia política crea facturas que los ciudadanos pagarán o cobrarán en las urnas electorales.

El 2020 será un año que dejará un recuerdo terrible por sus efectos en las familias, pero en la actividad pública tampoco será muy bien recordado en nuestro estado, principalmente, por Morena que se llevó una paliza en la elección de alcaldes del 18 de octubre. Desde luego el Grupo Universidad tampoco va a recordar bien este año que se va, porque puede considerarse como el año en que empezó su fin por la detención de su jefe Sosa Castelán, por el caso del dinero universitario, malamente usado, y por la forma de actuar de sus diputados locales y federales, en una presencia miserable en el Congreso y la gota que derramó el vaso para este grupo fue la derrota de Damián Sosa en Tulancingo, ante Jorge Márquez, algo así como la última paletada de tierra en el adiós de las garzas.

Por cierto, penosa actitud de Damián que en un video se queja de los tribunales locales y federales, porque insiste en que ganó y se llama robado.

Pero como sea, la elección de alcaldes ya terminó y lo que quedan son las secuelas de la misma; ahora, lo que sigue es lo que está pasando en el escenario de la elección de diputados locales y federales del 6 de junio del 2021 y la elección de nuevo gobernador en el 2022.

Y es aquí donde los interesados mueven ya sus piezas.

Porque no es casual el cierre de carreteras por los maestros del SNTE, con el pretexto de adeudos de aguinaldos y bonos -aunque les dijeron que se les iba a pagar, con todo el apoyo del gobernador- ellos lo que querían era que se viera la fuerza con la que cuentan, en un mensaje que tiene mucho que ver con lo electoral.

Aquí habría que ver quién mece esa cuna, porque su secretario general de la sección XV no tiene todavía los espolones para esas jugadas.

Tampoco se pueden dejar de ver los movimientos que hacen los promotores en apuestas de futuras figuras, entre ellos los hijos de personajes de la política y los parientes como hermanos y hasta yernos

Esto ya apunta hacia el 2021, lejos del 2020, pero con punto de partida en estos últimos días del año que se va.

Son los momentos de los movimientos por el poder, en que los que buscan estar en la jugada se olvidan de enemistades y se ponen el uniforme que sea e, incluso, se declaran amigos del que decide, aunque todo mundo sepa que no están en la misma línea de conducta.

Son los juegos del poder en los que, al parecer, todo se vale.

O por lo menos eso se ve.

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Por: Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.


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SUMA Y RESTA - Adalberto Peralta Sánchez

Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.