Nada tan intrincado como saber cómo se genera la vida, un cuestionamiento que el científico chileno Humberto Maturana respondió desde la autopoiesis.
Desde la primera luz de los organismos que se escindieron entre los que tenían la comunicación-acción para reproducirse y los que no la tenían, Humberto Maturana acuñó una teoría retomada lo mismo desde la Biología que desde la Sociología tratando de insertarse en la cosmovisión y planteamientos del orden sistémico.
Humberto Maturana hizo colapsar las condiciones epistemológicas creando un caos científico que ha permitido encumbrar nuevas concepciones, incluso filosóficas, sobre la reproducción de los seres vivos y, con singular impacto, sobre nuestra especie y su organización sistémica.
Pongámoslo en términos de problema semántico: como humanidad dimos el gran salto de manera infinita, pues no solo pasamos de la reproducción, sino que le dimos dirección y la convertimos en civilización. Pero la organización con dirección tomó diferentes rumbos, por no decir esquemas de organización social, y esto supuso cadenas de valor o subordinación a través de un sistema que en la comunicación, es decir, un comunnis o hilo conductor, fue capaz de crear intrincadas formas de razón pura y compleja de juicios, preposiciones, proposiciones y una sintaxis que lo mismo se encarnó en contratos sociales que en grupos que abortaron esos códigos sociales.
La complejidad de la autopoiesis hizo que la reproducción implicara un laberinto de universos que, por violencia, en la mayoría de los casos se intentaron unificar.
Pensemos en un mundo dominado por la pretensión capitalista para imponer su forma de organización y rechazar y combatir cualquier otra manifestación sistémica ajena que podría convertirse en antisistémica; ¿dónde está la contundencia de la reproducción dirigida?, en lo que hoy denominamos dominación abstracta: Estado.
La evolución de la reproducción-acción es, en términos estrictos, infinita. A ello hoy le denominamos “evolución“, que cargada de adjetivos y mitos parece hablar de llegar al progreso o desenvolvernos dentro de las premisas del mismo; concepciones cargadas de prejuicios de bienestar, pero poco claras e inciertas que frente a esta pandemia se tambalean en la noche de la ciencia.
Humberto Maturana ha fallecido a los 92 años, pero su pensamiento es evidencia de su concepción de autopoiesis: se reproduce.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
