Héctor Pedraza promete erradicar inseguridad que él mismo ha generado

Héctor Pedraza Olguín, candidato priista a diputado federal por Ixmiquilpan, parece no estar al tanto de la información que diariamente genera el medio político del estado, pues sus discursos de campaña no sólo se antojan pretenciosos sino que les falta congruencia.

Hace unos días se subió al tren electorero al asegurar que velará por la seguridad, que como promesa de campaña es bastante falsa, pues el que busca representar es uno de los distritos con mayor cantidad de malestares, donde los pobladores prefieren hacerse justicia por su propia mano, ya que la familia a la que pertenece generó condiciones de pobreza en la mayor parte de la población.

La fortuna amasada por los Pedraza en la región de Ixmiquilpan ha tenido un costo altísimo para la gente que jamás se ha visto beneficiada por ellos, y en muchas ocasiones la inseguridad ha sido una forma de control político o de reprimir los brotes que podrían hacer peligrar su reinado.

Por otro lado, la esposa de Pedraza Olguín es actualmente diputada federal y secretaria general del CDE del PRI Hidalgo, sin trabajo en el tema de seguridad, es decir, el partido que ahora promete seguridad es el mismo que generó las actuales condiciones y cuyos representantes no han trabajado en el tema.

Mientras que Héctor Pedraza ha pasado por decenas de puestos públicos con la encomienda de mejorar la vida del sector indígena y no ha tenido ningún resultado, más allá de dejar dudas sobre el manejo financiero y engordar las carteras de los medios de comunicación, eso sin contar los rumores sobre su vida personal.

También debemos recordar que el ahora candidato ya fue diputado federal y no abonó a ningún tema de la agenda pública ni trabajo de gestión, pero que se caracterizó por visitar a sus representados en comidas y convivencias.

Pedraza es uno de los políticos que gustan de las viejas formas donde son el centro de atención y a los que se le deben reverencias serviles; es afecto a los regalos y halagos, no soporta las críticas en la prensa ni los desdenes de la población.

Pero seguiremos viéndolo hacer campaña en un distrito en el que un momento de esperanza hizo pensar que la hegemonía de la familia Pedraza podría ser terminada, mientras el priismo local decidió volver a colocar como candidato a quien no sólo se ha servido de la gente aun a costa de la inconformidad de su militancia y el hartazgo general.