Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2016 (XI)

Resumen sobre Género

Creación de Futuros Sostenibles para Todos

(tomado del documento homónimo publicado por la UNESCO)

 

                “Prácticamente todos los países cuentan con algún tipo de normativa sobre permisos de maternidad; en la mayoría también se prohíbe cualquier forma de discriminación asociada a la maternidad, como el acoso o la presión ejercida sobre las mujeres embarazadas o el despido de madres jóvenes. Algunas medidas de este tipo mejoran las oportunidades de empleo de las mujeres, así como sus experiencias laborales, reducen la mortalidad infantil y contribuyen a la salud de las madres.

Sin embargo, se debería ir más allá. Datos recientes indican que sólo el 28 % de las mujeres empleadas en todo el mundo tienen una protección eficaz, consistente en prestaciones pecuniarias por maternidad. Además, en el caso de la mayoría de las mujeres con empleos informales, las normas sobre permisos de maternidad carecen de significado.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda que se proteja la maternidad y también que los organismos públicos inviertan en medidas de conciliación de la vida laboral y familiar, pues estas contribuyen a ampliar las oportunidades de que las mujeres desempeñen empleos de buena calidad y a replantear los estereotipos de masculinidad que subvaloran su aporte al cuidado y atención de los demás.

Si se comparan las situaciones de Finlandia y Noruega con las del Japón y la República de Corea se aprecia que las políticas de apoyo a las familias y los planes de flexibilización de la vida laboral pueden ayudar a que más mujeres y hombres concilien sus vidas laborales y familiares, pueden fomentar la fertilidad y ser un incentivo para que las mujeres continúen participando en el mundo laboral.

Algunos países, como Costa Rica, Etiopía, México y Sudáfrica, prestan apoyo a las necesidades de conciliación de la vida laboral y familiar de los más vulnerables y ofrecen servicios públicos de atención a los hijos.

El reparto equitativo de las responsabilidades parentales debería potenciarse asimismo mediante permisos de paternidad. En el 2013, en 78 de 167 países existía algún tipo de permiso en relación con los hijos otorgado a los padres con trabajo remunerado. La cantidad recibida durante un permiso por paternidad, cuando existe, suele ser baja.

Los estudios realizados en países como Brasil, el Reino Unido y Sudáfrica muestran que muchos hombres se resisten a solicitar el permiso de paternidad cuando este supone una pérdida de ingresos o por miedo a que perjudique sus carreras. Los subsidios por paternidad poco elevados y poco utilizados pueden asociarse a los persistentes estereotipos según los que las mujeres se ocupan del cuidado de los demás y los hombres traen el pan a casa.

El reparto de las responsabilidades parentales puede poner en entredicho la división por razón de género en lo referente al cuidado de los hijos, empoderar a las mujeres desde el punto de vista económico e incrementar la igualdad de género en el mundo laboral, siempre que se facilite a las madres que se incorporen, o reincorporen, al mercado de trabajo remunerado o que completen su escolarización.

Las mujeres y las niñas siguen haciendo más trabajo no remunerado y de cuidado y atención a los demás.

Los patrones de género en lo relativo al trabajo doméstico y de cuidado y atención a los demás, en ambos casos no remunerado, están muy enraizados y parecen poco afectados por el aumento de los niveles de educación de las mujeres.

En un estudio realizado sobre las crecientes tasas de matrícula de niñas en Bangladesh y Malawi se demostró que aquellas no tenían ninguna repercusión en la división del trabajo doméstico entre niñas y niños.

Hay quienes consideran que este desequilibrio es una causa de la desigualdad de las mujeres y del desigual acceso de estas a la educación, al mundo laboral y a los servicios públicos. En muchos países, incluidos Italia, el Japón, México y Pakistán, las mujeres realizan por lo menos dos veces más trabajo no remunerado que los hombres y trabajan durante más horas que estos en casi todos los países, si se tiene en cuenta tanto el trabajo remunerado como el no remunerado.

Las niñas y las mujeres soportan de forma desproporcionada el peso de las tareas domésticas, incluidas aquellas en las que se invierte mucho tiempo, como el abastecimiento de agua y de leña, aun cuando estén escolarizadas. Esta situación repercute sobre la asistencia a clase y los logros académicos y, por tanto, reduce la igualdad de los resultados.

En Ghana, los estudios realizados en cuatro series de la Encuesta de Demografía y Salud del 1993/94 al 2008 pusieron de relieve que reducir a la mitad el tiempo destinado a ir a buscar el agua incrementaba la asistencia escolar en 2,4 puntos porcentuales en promedio para las niñas de entre 5 y 15 años de edad, con un efecto incluso mayor en las zonas rurales.

Algunas intervenciones a pequeña escala tienen un éxito limitado en la mejora de las actitudes sensibles a cuestiones de género y del equilibrio en materia de trabajo femenino no remunerado.

Mediante un programa de alfabetización de adultos en áreas rurales de Nepal se consiguió aumentar el reconocimiento, por parte de las familias y las comunidades, del trabajo no remunerado efectuado por las mujeres, a base de sugerir a mujeres marginadas y algunos hombres a recopilar datos sobre el uso del tiempo de las mujeres.

Gracias a esto se consiguió, en algunas comunidades, una distribución más equitativa del trabajo de cuidado y atención a los demás realizado por las mujeres.

Las chicas adolescentes hacen más trabajo doméstico que los chicos, lo que obstaculiza sus posibilidades de finalizar la enseñanza secundaria. Globalmente, las encuestas de hogares sugieren que entre el 40 % y el 80 % de los adolescentes se ocupan de algunas tareas domésticas (hasta 28 horas semanales) en los 17 países de ingresos bajos y medianos de los que se dispone de datos. El porcentaje de chicas adolescentes que intervienen en las tareas domésticas es sistemáticamente más alto que el de chicos.”

(Continuará).

Por: Roberto Diez Gutiérrez

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Maestro en Educación con especialidad en Comunicación. Maestro Humanidades con especialidad en Educación. Doctor en Humanidades con opción en Educación. Beca al Mérito Académico de la Secretaría de Educación Pública Federal. Fui corresponsal en el Estado de Hidalgo para Organización Radio Centro, Organización Impulsora de Radio y Cadena Radio Centro. Profesor en el Tecnológico de Monterrey (Querétaro e Hidalgo); en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad INECUH de Tizayuca, Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID-Tula) y Universidad La Salle Pachuca. Rector de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo (UCLAH); Director General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Hidalgo (CECyTEH); Director General de Educación Media Superior del Instituto Hidalguense de Educación Media Superior y Superior (IHEMSyS) y Director Técnico del Instituto de Crédito Educativo del Estado de Hidalgo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población en Hidalgo. Director General de Proyectos y Programas de Apoyo a la Educación de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo. Colaborador en diversos medios impresos y electrónicos del Estado. Rector de la Universidad Tecnológica Minera de Zimapán (UTMZ). Ex Rector de las Universidades Tecnológicas Minera de Zimapán y Bilingüe de Mineral de la Reforma.






ANDADOR - Roberto Diez Gutiérrez

Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Maestro en Educación con especialidad en Comunicación. Maestro Humanidades con especialidad en Educación. Doctor en Humanidades con opción en Educación. Beca al Mérito Académico de la Secretaría de Educación Pública Federal. Fui corresponsal en el Estado de Hidalgo para Organización Radio Centro, Organización Impulsora de Radio y Cadena Radio Centro. Profesor en el Tecnológico de Monterrey (Querétaro e Hidalgo); en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Universidad INECUH de Tizayuca, Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID-Tula) y Universidad La Salle Pachuca. Rector de la Universidad Científica Latinoamericana de Hidalgo (UCLAH); Director General del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Hidalgo (CECyTEH); Director General de Educación Media Superior del Instituto Hidalguense de Educación Media Superior y Superior (IHEMSyS) y Director Técnico del Instituto de Crédito Educativo del Estado de Hidalgo y Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población en Hidalgo. Director General de Proyectos y Programas de Apoyo a la Educación de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo. Presidente de la Comisión de Educación y Cultura del Consejo Consultivo Ciudadano del Estado de Hidalgo. Colaborador en diversos medios impresos y electrónicos del Estado. Rector de la Universidad Tecnológica Minera de Zimapán (UTMZ). Ex Rector de las Universidades Tecnológicas Minera de Zimapán y Bilingüe de Mineral de la Reforma.