Olveristas golpean a Directora del Deporte de Hidalgo

Fátima Baños, directora del Instituto Hidalguense del Deporte (Inhide), saltó a la fama la semana pasada gracias a una campaña en diversos medios que cuestionaron su perfil y edad. Si bien es cierto que se basaron en información totalmente real, también lo es que fue manejada “a modo”.

Hidalgo no ha cumplido los 100 días de la nueva administración gubernamental pero ya ha sido señalado en buen número de ocasiones. Nosotros insistimos en afirmar que se trata de una guerra sucia contra el gobernador Omar Fayad Meneses por parte de diversos actores políticos de la entidad que se sienten dolidos por la llegada del nuevo mandatario, y sí: hemos señalado abiertamente al grupo Olverista.

Sucede que los Olveristas son los más afectados con el cambio de administración, pues se quedaron sin apoyos económicos y políticos que recibieron durante seis años; ahora se sienten “golpeados y sobajados” por quien llega buscando echar a andar las estructuras gubernamentales y tratar de sacar del rezago a Hidalgo.

Fue en esta rueda de la fortuna que a Fátima Baños le tocó la de perder, pues en atención al discurso de nuevas caras el gobernador colocó como titular de la institución del deporte a una cara nueva y joven.

El problema real de Baños son los grupos Olveristas.

SALVADOR FRANCO CRAVIOTO

Fue el director inútil del Inhide, recortó los apoyos y aumentó sus finanzas personales; durante su administración no hizo absolutamente nada memorable, salvo su libro de poesía (bastante chafa, por cierto), y además renunció haciendo un berrinche espectacular por no obtener una candidatura a diputado local.

Pero el joven Franco Cravioto pertenece a la bola de vividores que formaron la Liga Joven Olverista, recordará usted a otros miembros destacados como Javier Amador de la Fuente, que como diputado local del Distrito con cabecera en Jacala de Ledezma sólo gestionaba las parrandas y como único mérito tuvo poner una antena de telecomunicaciones para su propio beneficio; Roberto Núñez Vizzuett, presidente de Red Jóvenes X México, que ni su estructura ni su natal Actopan quieren por calificarlo de prepotente; Citlalcóatl Moreno Sánchez, representante de la CNC en Hidalgo, que sólo ha destacado por las escandalosas parrandas que corre con sus amigos; Rodolfo Hinojosa Fernández, exsecretario de Organización del CDE PRI Hidalgo, que resultó peor ficha de lo que todos creímos, pues ahora buscando “crecer” traicionó a su mentor Ricardo Crespo, del que ahora habla pestes, y desconoce ser el primero que decía “aquí el gobernador se llama José Francisco Olvera Ruiz y todos los demás no son nada”, se le olvidó tan pronto que era el autor de las campañas negras contra los Osoristas y que corrió delegados por saludar a Omar Fayad Meneses.

Pero claro, estos fueron los cuadros nuevos Olveristas, y los que ahora señalan.

GABRIEL GALINDO

Director del Centro Estatal de Alto Rendimiento del Instituto Hidalguense del Deporte que desvió recursos para candidatearse por su natal Chilcuautla, entregó un pisal en el gimnasio a días del nombramiento de candidatos a alcaldes a título personal; posteriormente los medios de comunicación señalaron la posibilidad de un delito y salió a aclarar que fue coincidencia solamente atendiendo las gestiones ciudadanas en el municipio. ¿Usted le cree?

Pues este Olverista que trata de sabotearle el trabajo a Fátima Baños por inexperiencia, corta edad y falta de capacidad, es el mismo que presumió incansablemente entre sus méritos haber sido a sus “24 años, el primer secretario particular a nivel nacional en CONADE”.

Mucho en común entre Baños y Galindo: a los 24 años se les brindó una gran oportunidad en el deporte, aunque no contaban con un currículum totalmente deportivo, pues a esa edad la preparación académica a veces nos lleva a un poco distantes de nuestros afectos; en lo que difieren es que al parecer Baños sí cuenta con la capacidad.

JOSÉ ARROYO

Subdirector de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento desde los años dorados Olveristas, se le brindó la oportunidad de permanecer bajo su encargo y demostrar con trabajo que vale la pena su estancia en el Inhide.

Pero no, el señor fue el encargado de las nominaciones para el Premio Estatal del Deporte que hace un par de días fue entregado a Daniela Campuzano por su destacada participación en las Olimpiadas de Brasil 2016.

Aquí debemos señalar categóricamente que nadie pone en duda el enorme talento y esfuerzo de Campuzano, que es un orgullo hidalguense. Sin embargo, no fue reconocido Ricardo Ramos Vargas que en la categoría de atletismo, ha proporcionado innumerables reconocimientos, que también participó en las Olimpiadas de 2016, que es oriundo de Tepeji del Río y permítanos decirlo: un ejemplo de superación y convicción. Ramos Vargas ha representado a nuestro país a nivel internacional y solamente por grillas de un inepto se quedó sin tan merecido reconocimiento.

OLVERISTAS QUIEREN EL INHIDE

Los Olveristas José Arroyo y Gabriel Galindo buscan a como dé lugar desbancar a Fátima Baños para ungirse cualquiera de ellos como el nuevo titular del Inhide.

Salvador Franco ya hizo su aportación en reuniones “personales” para desacreditar a Baños y seguramente es de los primeros en pedir un tiro de suerte para que sus amigos logren posicionarse.

Sin temor a equivocarnos, los hidalguenses se han vuelto más críticos de los diferentes niveles de gobierno y eso es un gran acierto como ciudadanía, nos sumamos totalmente al ejercicio. Lo que no se vale es que por medio de datos tergiversados se busque manipularnos, no se vale que un par de oportunistas pongan en jaque a todo un instituto y no se vale que la nueva administración estatal no tenga la oportunidad de gobernar antes de ser juzgada.

Si Fátima Baños no tiene la capacidad de realizar su trabajo, estamos seguros que el primero en señalar las deficiencias será Omar Fayad Meneses, pues no ha tenido el mínimo empacho en hacerlo con sus demás colaboradores. En su momento, Fátima Baños entregará cuentas de su desempeño pero primero otorguémosle el beneficio de la duda y el correr del tiempo para que trabaje.


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